domingo, 26 de octubre de 2008

Espacios para el ALMA...



Alimento para el alma

Un buen sitio para el alma

Pensamientos para sonreir

25 secretos para ser felices

La formula de la felicidad

25 Maneras De Una Vida Sana

Frases anti estress

El poder del pensamiento creativo

domingo, 12 de octubre de 2008

Krishna Murti (1).

KRISNAMURTI
UN MÉTODO, PARA LA PERCEPCIÓN ALERTA SIN MÉTODO, DE KRISHNAMURTI por Sergio Moreno
El estudio de uno mismo es extremadamente difícil, porque uno es muy complejo. Usted debe tener una paciencia inmensa; no una apática aceptación de las cosas, sino una capacidad alerta y pasiva par la observación y el estudio. Es muy difícil objetivar lo que uno es subjetivamente, internamente. Casi todos nos encontramos en medio de un torbellino de actividades, confundidos y errantes en lo interno, desgarrados por múltiples deseos, negando y afirmando. ¿Cómo puede ser estudiada y comprendida esta máquina enormemente compleja? Una máquina que se está moviendo muy rápidamente, girando a una enorme velocidad, no puede ser estudiada en detalle. Sólo cuando es posible disminuir su velocidad, puede uno empezar a estudiarla. Si uno puede disminuir la velocidad de su pensamiento-sentimiento , sólo entonces es capaz de observarlo, así como en una película pueden estudiar el movimiento de un caballo mientras corre o salta una valla. Si detenemos la máquina no podemos comprenderla, porque entonces tan sólo se convierte en una cosa muerta; y si anda demasiado rápido, no podemos seguir su movimiento. Para examinarla en detalle, para comprenderla a fondo, debe moverse lentamente, girar con suavidad. Exactamente así debe trabajar la mente para que pueda seguir cada movimiento del pensar y del sentir. A fin de observarse sin fricción alguna, la mente debe aminorar su ritmo. Limitarse a controlar el pensamiento-sentimiento, aplicarle un freno, es desperdiciar la energía indispensable que se requiere para comprenderlo; en tal caso, la mente se interesa más en controlar, dominar, que en considerar a fondo, en percibir y comprender cada pensamiento-sentimiento.
¿Ha intentado usted alguna vez examinar de ese modo cada pensamiento-sentimiento? ¡Cuán extremadamente difícil resulta! Porque la mente divaga de un lado a otro, ningún pensamiento, ningún sentimiento, se completan jamás. Revolotean de un tema a otro, como esclavos arreados de acá para allá. Si la mente misma no puede aminorar su ritmo, es imposible descubrir la implicación, el significado interno de sus pensamientos y sentimientos. Controlar sus divagaciones es tornarla estrecha y mezquina; entonces, el pensamiento-sentimiento se derrocha en refrenar y restringir, antes que en estudiar, examinar y comprender. La mente tiene que aminorar, pues, su propio ritmo. ¿Cómo ha de hacerlo? Si se fuerza para tornarse lenta, da origen a la oposición, la cuál crea más conflicto y ulteriores complicaciones. Cualquier clase de compulsión anulará su esfuerzo. Es extremadamente difícil estar alerta a cada pensamiento-sentimiento; reconocerse lo que es trivial y desasirse de ello, darse cuenta de lo significativo y seguirlo de manera penetrante y profunda, requiere tenacidad y una concentración amplia y extensa.
Me gustaría sugerir un modo, pero no lo conviertan en un sistema rígido y cerrado, en una técnica tiránica o en el método único; no hagan de ello una rutina aburrida, un deber fastidioso. Sabemos cómo llevar un diario personal, anotando por la noche todos los acontecimientos ocurridos durante el día. No sugiero que debamos llevar un diario retrospectivo, sino que traten de anotar, toda vez que tengan un poco de tiempo, cada pensamiento-sentimiento. Si lo intentan verán lo extremadamente difícil que es aún esto. Cuando se ponen a escribir, sólo pueden asentar en el papel uno o dos pensamientos, porque el pensar es demasiado rápido, inconexo y errante. Y como no pueden anotarlo todo, descubrirán al cabo de un rato que otra capa de la conciencia está tomando nota. Cuando nuevamente tengan tiempo libre para escribir, todos esos pensamientos-sentimientos a los cuales no han prestado atención consciente serán recordados. Así, al final del día, habrán anotado la mayor cantidad posible de sus pensamientos y sentimientos. Desde luego, sólo aquellos que son serios harán esto. Al terminar el día, miren lo que han anotado en su transcurso. Este estudio es un arte, porque de él surge la comprensión. Lo importante, antes que el mero escribir, es el modo como estudian lo que han escrito.
Si adoptan una actitud de oposición a lo que han escrito, no lo comprenderán. Es decir, si aceptan o niegan, si juzgan o comparan, no captarán la significación de todo lo escrito, porque la identificación impide que florezca el pensamiento-sentimiento. Pero si examinan lo escrito suspendiendo todo juicio al respecto, ello revelará sus contenidos internos. Es extremadamente difícil examinar con percepción alerta y sin opciones, sin temer ni privilegiar cosa alguna. Así que aprendan a aminorar el ritmo de sus pensamientos y sentimientos, pero también y ello tiene enorme importancia- a observar con tolerante imparcialidad cada pensamiento, cada sentimiento, a observarlos sin juicios, sin censuras que desnaturalizan lo que uno observa. De todo esto adviene una profunda comprensión que es cultivada no sólo durante las horas de vigilia sino mientras duermen. Encontrarán que de ello surge la sencillez y la integridad.
Serán capaces, entonces, de seguir cada movimiento del pensar y sentir. Porque esto involucra no sólo la comprensión de la capa superficial de la conciencia, sino también la de sus numerosas capas ocultas. Así, gracias a la constante percepción alerta, existe un conocimiento más amplio y profundo de nosotros mismos. Ésta es una obra de muchos volúmenes; en su comienzo está su final. No podemos pasar por alto ni un solo párrafo, ni una sola página, en nuestro codicioso afán de llegar rápidamente al final. Por que la sabiduría no se compra con la moneda de la codicia de la impaciencia. Llega a medida que leemos diligentemente el libro del conocimiento propio, o sea, lo que somos de instante en instante, no en un momento determinado particular. Esto significa, por cierto, un trabajo incesante, un estado de alerta que no sólo es pasivo sino de permanente investigación sin la codicia de un objetivo final. Esta pasividad es en sí misma, activa. Con la quietud de la mente advienen la suprema sabiduría y la bienaventuranza.
WEB OFICIAL KRISHNAMURTI:
http://www.fkla.org/

Jiddu Krishnamurti
Libertad sin límites
 El "elegido": su paso por la Sociedad Teosófica
 La salida de la Sociedad Teosófica y el abandono de todos lo honores
 El pensamiento de Krishnamurti
El pensamiento de Krishnamurti
Sus pláticas y escritos no tenían conexión con ninguna religión específica y no pertenecían ni a Occidente ni a Oriente, sino que eran para todo el mundo.
Para aproximarse al pensamiento de Krishnamurti es necesaria una actitud de alerta y de desnudamiento mental y emocional; para él, el ser humano en permanente búsqueda de seguridad, está atrapado entre el presente y el futuro, pero no sabe, no quiere afianzarse en lo que efectivamente es, el ahora. El ve en la meditación una herramienta para salir de esta situación
“La meditación es el vaciado del contenido de la conciencia”
“La meditación es una de las cosas más importantes en la vida; no cómo meditar; no la meditación conforme a un sistema; no la práctica de la meditación, sino más bien lo que la meditación es en verdad.”
“Si uno puede descubrir, muy profundamente, la significación', la necesidad y la importancia que la meditación tiene para uno mismo entonces descartará todos los sistemas, los métodos, los gurús, junto con todas las cosas peculiares que se hallan, involucradas en el tipo oriental de meditación.”
“Es muy importante descubrir por uno mismo lo que se es en realidad, no de acuerdo con las teorías y las aseveraciones y las experiencias de los psicólogos, filósofos y gurús, sino por la investigación de toda la naturaleza y el movimiento de uno mismo, por el ver qué es uno realmente."

Otro aspecto que destaca en la vasta obra de este pensador, son sus reflexiones sobre el amor dentro de las que destacamos las siguientes:
“¿Qué es el amor? ¿Es placer -placer en el reiterativo acto sexual al que generalmente se llama amor? El amor de la esposa, en el cual hay gran placer, posesión y bienestar basados en el deseo, ¿es amor? Cuando existe un posesivo apego hacia el otro, tiene que haber celos, temor, antagonismo...” “ ...Y, ¿cuál es la base del apego?...” “...¿Acaso la base del apego no es el temor de quedarse solo, de estar aislado, el temor al vacío, la sensación de la propia insuficiencia interna?”[iv]
“El amor es pasión, la cual es compasión. Sin esa pasión y compasión, sin su inteligencia, uno actúa en un sentido muy limitado, y todas las acciones de uno son limitadas. Donde hay compasión, esa acción es total, completa, irrevocable.”

A la avanzada edad de 90 años Krishnamurti dejó esta vida el 17 de Febrero de 1986 en California, Estados Unidos.
________________________________________
Bibliografía
[i] Escuelas Esotéricas de Occidente; Mariano J. Vásquez Alonso; Ediciones 29, Barcelona España, 1994.
[ii] La Totalidad de la Vida, J. Krishnamurti.
Otros Artículos
La Totalidad de la Vida
Desde la negación surge lo positivo llamado amor


Artículos relacionados
Articulos: Artículos y entrevistas en torno a la epistemología, teoría del conocimiento y nueva ciencia. Biología del amor, PNL, pensamiento holístico.
Nueva era: El movimiento de la Nueva Era (New Age). Krishnamurti, Guénon, Keeney, Prigogine, Schuon, Ken Wilber, Leonard Orr Alexander Lowen.
Nuevo paradigma: Cibernética de segundo orden. Es un hecho que nos estamos insertando en un nuevo paradigma. Es cosa de verr a los objetos que nos rodean, teléfonos celulares, computadores y el mundo digital...
Biografías: Y artículos de los principales pensadores de la Nueva Ciencia. Bateson, Maturana, David Bohm, Fritjof Capra, Chomsky, Mircea Eliade.


LA TOTALIDAD DE LA VIDA
Biografía:Jiddu Krishnamurti
Biografía:Jiddu Krishnamurti II
II Desde la negación surge lo positivo llamado amor
 La meditación es el vaciado del contenido de la conciencia 1
 La meditación es el vaciado del contenido de la conciencia 2
 La meditación es el vaciado del contenido de la conciencia 3
 La meditación es el vaciado del contenido de la conciencia 4
La meditación es una de las cosas más importantes en la vida; no cómo meditar; no la meditación conforme a un sistema; no la práctica de la meditación, sino más bien lo que la meditación es en verdad. Si uno puede descubrir, muy profundamente, la significación', la necesidad y la importancia que la meditación tiene para uno mismo entonces descartará todos los sistemas, los métodos, los gurus, junto con todas las cosas peculiares que se hallan, involucradas en el tipo oriental de meditación.
En realidad, no de acuerdo con las teorías y las aseveraciones y las experiencias de los psicólogos, filósofos y gurus, sino por la investigación de toda la naturaleza y el movimiento de uno mismo, por el ver qué es uno realmente.
Parecemos incapaces de comprender lo extraordinariamente importante que es ver lo que somos, vernos de hecho, como si nos estuviéramos mirando psicológicamente en un espejo, lo cual produce una transformación en la propia estructura interna. Cuando uno realiza fundamentalmente, profundamente, una transformación o mutación semejante, entonces esa mutación afecta toda la conciencia del hombre. Este es un hecho absoluto, una realidad. Producir una transformación fundamental se vuelve muy importante si uno es totalmente serio, si uno está preocupado por el mundo tal como es con toda su espantosa infelicidad, confusión e incertidumbre, con todas las divisiones religiosas y nacionales, con la acumulación de armamentos, el gasto de sumas enormes en la preparación de la guerra, para matar a la gente en el nombre de la nacionalidad, etcétera, etcétera. Para ver lo que uno es realmente, resulta vital que haya libertad, libertad con respecto a todo el contenido de la propia conciencia -siendo el contenido de la conciencia todas las cosas acumuladas por el pensamiento. Liberarse del contenido de la propia conciencia, de las cóleras y brutalidades, de las vanidades y la arrogancia, liberarse de todas las cosas en que uno se halla atrapado, es meditación. El mismo ver lo que uno es, constituye el principio de la transformación. La meditación implica el cese de toda lucha, de todo conflicto- internamente y, por tanto, externamente. De hecho, no existe lo interno o lo externo, es como el mar con su flujo y reflujo.
Cuando uno descubre lo que realmente es, se pregunta: ¿Es uno mismo, el observador, diferente de lo que observa? - psicológicamente hablando, desde luego. Yo soy iracundo, codicioso, violento; ¿es ello diferente de la cosa observada, que es la ira, la codicia, la violencia? ¿Es uno diferente? Obviamente, no lo es. Cuando estoy iracundo no existe un yo que esté iracundo, sólo existe la ira. Por lo tanto, yo soy la ira, el observador es lo observado. La división es eliminada por completo. El observador es lo observado y, en consecuencia, el conflicto se termina.


Artículos relacionados
Articulos: Artículos y entrevistas en torno a la epistemología, teoría del conocimiento y nueva ciencia. Biología del amor, PNL, pensamiento holístico.
Nueva era: El movimiento de la Nueva Era (New Age). Krishnamurti, Guénon, Keeney, Prigogine, Schuon, Ken Wilber, Leonard Orr Alexander Lowen.
Nuevo paradigma: Cibernética de segundo orden. Es un hecho que nos estamos insertando en un nuevo paradigma. Es cosa de verr a los objetos que nos rodean, teléfonos celulares, computadores y el mundo digital...
Biografías: Y artículos de los principales pensadores de la Nueva Ciencia. Bateson, Maturana, David Bohm, Fritjof Capra, Chomsky, Mircea Eliade.

http://www.ecovisiones.cl/metavisiones/Pensadores/KrishnaLaTotalidad.htm

LA EDUCACION SEGUN KRISHNAMURTI
“El aprendizaje del arte de vivir,
ha de conducir a la bondad y a la felicidad,
en sus dominios no hay lugar para la limitación,
esa limitación que el temor es capaz de engendrar,
condicionando la mirada limpia de la realidad de la vida”
J. Krishnamurti



¿Qué es el Budo sino un sistema educativo? Estudiamos largos años estas formas de Arte para comprender, finalmente, que en su esencia se encontraba nuestro propio descubrimiento. Si hacia alguna parte ha de dirigirse la Educación, esa dirección ha de ser la Totalidad.

Contemplando desde esa óptica el horizonte de la Vida, el valor del Conocimiento y nuestra situación en el mundo, podremos considerarnos Seres Humanos educados.

De entre todos los grandes educadores que gestó el siglo XX, rescataremos a uno singular: Jiddu Krishnamurti. Pretendiendo extrapolar sus conceptos a nuestro mundo del Budo haremos un viaje hacia la singularidad que supusieron sus Ideas, un reflejo de su propia experiencia vital.

Primeros años

Controvertido, apasionado en la exposición y aplicación de sus ideas, hombre de larga visión de la Vida, estudioso del comportamiento humano, filósofo y escritor de renombre, Krishnamurti, fue, antes que nada, uno de los más destacados educadores del pasado siglo.

Nacido en la India (Andra Pradesh, 12 de Mayo de 1.895), Krishnamurti había tenido una primera infancia marcada por la difícil situación, política y social, de ese país casi imposible.

Su padre, Jiddu Naranniah, había sido funcionario público, al igual que su abuelo, Gurumurti. Su madre, Sanjeevamma, era una mujer devota, caritativa y considerada entre la comunidad como una psíquica, capaz de percibir lo intangible en las personas, cargada de sensibilidad y despierta al mundo sutil. Ella fue quien, antes de nacer, intuyó, en aquel alma que venía a alumbrar, algo de excepcional trascendencia.

No se equivocaría, el pequeño Krishnamurti llegaría a ser un erudito del Conocimiento y un hombre de mentalidad inabarcable.

La historia vital de Krishnamurti está unida a la propia historia de la Sociedad Teosófica, su fundadora, la visionaria Helena Petrovna Blavatsky (1.831-1.891), fue una mujer poco frecuente en la época que le tocó vivir. Rusa de nacimiento, había pasado varios años residiendo en el mismo corazón de Asia: Tíbet. Allí extrajo enseñanzas que comportarían el peso de su filosofía y que cuajarían en la formación, junto al Coronel Henry Steel Olcott (un investigador científico norteamericano), de la Sociedad Teosófica, estableciendo ambos su sede en Adyar, Madrás (India del Sur).

La formación de la Sociedad Teosófica, su desarrollo y elevación, está igualmente ligado a la figura de la insigne Annie Besant (1.847-1.933).

Besant fue durante toda su vida una ferviente defensora de las causas sociales. Llegó a la India en 1.893, con cuarenta y seis años. Desde entonces su razón de ser fue el trabajo y la lucha social, así como la defensa a ultranza de los valores humanísticos que la Sociedad Teosófica proponía, entre ellos el advenimiento de un Maestro, llegado para redimir la Conciencia de la propia Humanidad, un nuevo Salvador, un búdico Maitreya.

Annie Besant había descubierto la Teosofía después de leer la “Doctrina Secreta” de Helena Blavasky. La elocuencia de la que hacía gala en mítines y conferencias públicas, era absoluta. En una de sus numerosas comparecencias populares, un muchacho, de nombre Jawaharlal Nehru, a la postre presidente del país, habría quedado tan deslumbrado que, pidiendo permiso a su padre, el eminente abogado Morital Nehru (antiguo miembro de la Sociedad Teosófica en tiempos de Madamme Blavasky), se uniría de inmediato a la causa común de los teósofos.

Junto a Besant, cabe destacar la figura de Charles Webster Leadbeater (1.847-1.934), un ex-clérigo anglicano, estudioso de la parapsicología y del ocultismo, con facultades psíquicas evidentes. Ambos, Annie Besant y Leadbeater, buscaban un nuevo líder espiritual para la Sociedad, encontrándolo en el joven Krishnamurti.

Un día, de camino al colegio de Mylapore, paseaba Krishnamurti junto a su hermano Nitya por la playa de Adyar, cuando, casualmente, Leadbeater se fijó en ellos. La intuición de Leadbeter no se hizo esperar, advirtiendo en Krishnamurti ese líder esperado, el futuro gran orador y transmisor de las ideas humanísticas y espirituales que la Sociedad iba a necesitar en los tiempos venideros.

Ambos hermanos fueron sacados del confinamiento de la pequeña aldea en la que residían, trasladados a las mansiones que ocupaban, en un lugar privilegiado de Madrás, los miembros de la Teosofía, rodeados de una exquisita educación, tanto clásica como contemporánea, y con disposición a viajar dentro y fuera de la India.


Los primeros años transcurridos en Adyar estuvieron dedicados al cultivo de la educación primaria y a la aproximación y descubrimiento del pensamiento teosófico. Siempre vigilados muy de cerca por Anni Bessant, quien vendría a convertirse en una “Madre” para ambos, esta parte de sus vidas no estuvo exenta de luchas judiciales entre los padres de ambos jóvenes y la propia Besant.

En 1.912 Krisnaji y Nytia dejaron la India con destino Inglaterra: no volverían a su madre patria hasta 1.921. A su vuelta, Krishnamurti, el elegido, el protegido de la Sociedad Teosófica, aquel que vendría a ser, en un futuro próximo, el nuevo Mesías, abandonó, súbitamente, el protectorado que hasta entonces había marcado su vida.

Decía no a su misión, decía no a su rol de Maestro, decía no al stablisment que en torno a él se había engendrado, y se ponía en camino, sólo, para encontrar aquello que verdaderamente sentía dentro de sí. Fue entonces cuando dio comienzo su peregrinaje interior, su movimiento en la realidad del mundo que le tocó vivir, su encuentro con el Occidente americano, su periplo también hacia la concreción de unas ideas educativas revolucionarias, que se verían más tarde plasmadas en los colegios que fundara en Europa, India y los USA.

La Educación

Por encima de todas las actividades propias del Ser Humano, sitúa Krishnamurti a la Educación. La globalidad de la palabra conduce hacia el Conocimiento -tanto interior como exterior- de la realidad del propio individuo. La coexistencia del aprendizaje teórico de la materia, de las ideas acerca del pasado histórico de los pueblos, de la arquitectura del lenguaje, del incisivo análisis matemático o de la esencia científica de la biología, se aunarían con la interiorización individual, con la capacidad de permanecer en absoluto silencio, con el entendimiento de la responsabilidad, de la bondad, con la ausencia de temor, con la disponibilidad hacia la meditación o la escucha.

Ambos pilares deberían ser la piedra angular sobre la que construir una verdadera Educación.

Krishnamurti nos pone en evidencia ante la actual tesitura: el acúmulo de información no es Educación. Para nuestro educador, el verdadero destino de la Educación ha de ser la Libertad.

Un ser humano educado será siempre un ser humano libre. La dirección de la enseñanza habrá de facilitar la libertad de pensamiento, palabra y acción. La clarividencia del educado es notablemente superior a la de aquel otro carente del conocimiento final de su propio destino.

Por tanto, los educadores han de prestar atención primordial a indagar en el impulso natural hacia el que un estudiante dirige sus energías.

La figura del Maestro-Guía, es tremendamente contrapuesta al pensamiento de Krishnamurti. El Maestro, en su concepción, debe ser alguien capaz de mostrar un camino dentro del alumno, un abridor de puertas, un ser humano dispuesto a trabajar tanto consigo mismo como con sus alumnos.

El Maestro comparte una búsqueda con sus discípulos, acompañándoles y haciéndoles descubrir, y asumir libremente, la oportunidad que una Educación integral supone en sus vidas.

La obediencia, la sumisión, el pretendido respeto carente de análisis e impuesto por una autoridad, resta al alumno y lo limita, entorpeciendo la vitalidad de su conocimiento.

¿Cómo hacer comprender al alumnado la obligatoriedad del respeto, de la consideración, del valor final de la enseñanza del maestro?. ¿Entenderá el Maestro que también él es un ser humano en evolución?. A esta pregunta podrá contestar, con toda seguridad, la Naturaleza cultivada y crecida de un verdadero Maestro, quien no se sentirá obligado a imponer un criterio, pues su saber estar y su entendimiento vital le situarán ante el alumno en el justo lugar que le corresponde.

La disciplina es el aprendizaje, el autoconocimiento, no una orden imperativa o el bloqueo de la propia libertad.

Ningún conocimiento verdadero puede llevarse a efecto si la capacidad de la atención no ha sido descubierta.

Krishnamurti propone a los estudiantes el silencio interior para poder percibir las sutilezas de la propia Vida. La Naturaleza, manifestándose con toda su Belleza ante nosotros, no puede advertirse en su magnitud sino es en un estado de quietud, un estado sin prejuicio, un estado permeable a la emoción, a la sensibilidad, a la Belleza.

Este estado es en sí mismo una meditación, una búsqueda de la simplicidad dentro de un mar de pensamientos que invaden cualquier mente humana.
La atención hacia los elementos naturales ha de extender sus tentáculos hacia la atención, también, de las palabras, intenciones e interioridades de los demás seres humanos, alejando las tentativas de mostrar como único eje el propio criterio.

La naturaleza del miedo es minuciosamente observada por Krishnamurti. El alumno no puede descubrirse a sí mismo, ni al mundo que le rodea si es con una carga de temor. El miedo ha de comprenderse y, una vez comprendido, desaparecer.

Las comparaciones y la competitividad son, en muchos casos, las verdaderas responsables del miedo. El aprendizaje del arte de vivir, ha de conducir a la bondad y a la felicidad, en sus dominios no hay lugar para la limitación, esa limitación que el temor es capaz de engendrar, condicionando la mirada limpia de la realidad de la vida.

La Escuela, el catalizador de la realidad, es un lugar sagrado; el oficio de enseñar, también.

A ello dedicó Krishnamurti gran parte de su inagotable energía. Habló del concepto de tradición y de la necesidad de una revolución constructiva en torno a ella, investigó el fenómeno de la violencia, estableció puentes hacia la consecución de la bondad y la responsabilidad, intuyó el problema del nacionalismo y vaticinó en él un serio inconveniente futuro para la paz de los pueblos, abarcó el mundo sutil de la meditación, analizó los patrones culturales de los pueblos, haciéndonos comprender las claves de la Felicidad: la base final de su cultura educativa.

El 10 de Enero de 1.986, Krishnamurti dio su último paseo por las playas de Adyar: aquel lugar que habría supuesto el principio de su epopeya hacia el Conocimiento.

Dejó la India, encaminando sus pasos hacia el país que lo acogió durante la mayor parte de su vida: los Estados Unidos de América.

De nuevo instalado en el que había sido su hogar, el Valle de Ojai, en California, pasó, rodeado de sus más íntimos, sus últimos días. El 16 de Febrero de 1.986, después de decir adiós a las montañas que tanto había amado, Krishnamurti abandonó este mundo, dejando tras de sí una vida sembrada de Conocimiento, y una obra que es y será referencia para todos aquellos que pretendan ahondar en la esencia misma de la Naturaleza del ser humano.

Lecturas recomendadas:

- Cartas a las Escuelas 1 y 2. Ed.: Edhasa.
- Principios del Aprender. Ed.: Edhasa.
- Krisnamurti y la Educación. Ed.: Edhasa.
- Tradición y Revolución. Ed.: Edhasa.
- Krisnamurti: Biografría. Autora: Pupul Jajakar. Ed.: Sirio
Pedro Martín

http://lacasadelronin0.blogspot.com/2008/07/la-educacion-segun-krishnamurti.html